miércoles, 3 de noviembre de 2010

imagen de la cultura quillacinga


imagenes de la cultura pastos




carnavales de pasto

LOS CARNAVALES DE PASTO




Los carnavales de Negros y Blancos, es la fiesta tradicional que los días 4, 5 y 6 de enero de cada año se celebran en la ciudad de San Juan de Pasto, en los cuales sobresalen el valor simbólico de la “Familia Castañeda”, la auténtica manifestación del sentimiento del pueblo nariñense y esa gran riqueza histórica y artística de que están llenas las festividades carnestolénticas de comienzo de año. Si bien es cierto que estas fiestas populares son un hecho histórico de origen muy remoto, diversos autores nariñenses están de acuerdo que sólo a partir de 1926 se registran con mayor claridad las crónicas y comentarios de los carnavales de Negros y Blancos. El 4 de enero en la tarde, es la llegada de la “Familia Castañeda”, en las calles y en la plaza principal se realiza la típica recepción de quienes simbolizan la llegada del tradicional carnaval. En la mañana desfilan las “Carretas del Galeras” con bellos grupos de muchachas, con canastas floridas, orquestas o típicas bandas musicales de los pueblos vecinos; todo, pleno de alegría y de colorido en el popular evento. El día 5 desde las primeras horas se inicia el inolvidable juego de negritos, desfiles de carros, comparsas y murgas. Se baila en las casetas, en las calles y en las plazas. No falta el cosmético, el confeti y la pinta, es para todos con alegría y cultura. El día 6 de enero, “la ciudad se viste de blanco, con lentejuelas de todos los colores”. El periodista Luis O. Guerrero Díaz dice que en este día “es donde el arte, la fastuosidad y el colorido, dan una nueva visión de nuestro pasado histórico, desconocido por casi la mayoría de nuestras clases dirigente nacionales. El día de Reyes, la tierra del inmortal Agualongo, se transforma brindando su gran talento, su creatividad y la originalidad de sus gente a una muchedumbre que queda sorprendida al paso de comparsas, de disfraces individuales, de las carrozas y la serie de motivos carnavalescos... en síntesis, el carnaval pastuso ofrece una estampa donde se amalgaman la protesta, la habilidad y la cultura, que son su tradición y su ansiedad de cambio y permiten que sea el más importante certamen que de sus características se realice en este continente”. Capítulo especial del más alto reconocimiento merecen los artesanos de Nariño por el significativo aporte que cada año hacen a los Carnavales de Pasto. En la organización y en la realización del certamen son ellos los protagonistas y artífices de la celebración. Hasta la década de los años 60, fueron los maestros: Rogelio Rojas Argoty, Alfonso y Guillermo Zambrano Payán y Servio Tulio Torres, quienes alcanzaron merecido renombre por la presentación de sus hermosas carrozas. En las nuevas generaciones, es una lista grande de hábiles artesanos que en noble competición se ganan los aplausos de la ciudadanía con la introducción de las más llamativas y exitosas innovaciones. Debemos destacar que dada la importancia de estos eventos carnestolénticos, el Gobierno Nacional mediante Ley Nº 706 del 26 de Noviembre de 2001, bajo la iniciativa del Parlamentario Eduardo Enríquez Maya, declaró patrimonio cultural de la nación a los Carnavales de Pasto, se le reconoce la especificidad de la cultura nariñense y les brinda protección a sus diversas expresiones, producto de este pronunciamiento el 23 de Abril de 2004 el Alcalde Municipal de Pasto hizo entrega a la ciudadanía de La Plaza del Carnaval y la Cultura.


3 DE ENERO "EL CARNAVALITO"




Ha sido declarado como el día de la juventud, hoy se realiza el desfile del llamado “Carnavalito”, evento que podemos catalogarlo como la cuna de los futuros artesanos en donde inician sus primeros pasos como artistas del carnaval. Esta actividad que emprenden los niños desde su salida a vacaciones en el mes de diciembre y orientada a participar este día con sus pequeñas carrocitas tiene mucho de fondo porque podemos observar que a lo largo del tiempo han mejorado los temas presentados tanto en calidad como en imaginación. Es por eso que este día podemos catalogarlo como el semillero del Carnaval. Podemos mirar este día, en el rostro de cada niño la emoción inconfundible de mostrar a los adultos, que también pueden realizar imágenes diseñadas con sus delicadas manos, mostrando así su tradición y cultura artesanal en cada uno de los motivos. MARIO FERNANDO RODRÍGUEZ C., creador de este certamen afirma: “En enero de 1966 cuando mi edad era de 6 años, en mi vieja casona del Parque Bolívar, disfracé el carrito que el Niño Jesús me había traído en la última Navidad y jugué por primera vez al desfile de carrocitas, juego al que invité a mis amigos de cuadra con quienes disfrutábamos muchísimo y recibimos el estímulo de mi padre Segundo Rodríguez quien se convertía en el Papá del Carnavalito. El evento no nació propiamente, como un a copia al carnaval, sino más bien como una protesta de los niños, por quedarse aislados del mismo. En poco tiempo, el patio de mi casa quedó pequeño, luego el propio barrio y hoy en día atraviesa toda la ciudad, en un derroche de colorido, fantasías y alegría a través del desfile de carrocitas, murguitas y comparsitas, constituyéndoses El Carnavalito en el Evento infantil más auténtico de Colombia y quedando establecido definitivamente el 3 de enero, como el día del Carnavalito y la antesala de los tradicionales carnavales de blancos y negros”.


4 DE ENERO "LLEGADA DE LA FAMILIA CASTAÑEDA"




Para hablar de este día y conocer su inicio tenemos que estudiar con atención lo que nos cuenta Neftalí Benavides Rivera en puntos de Kar A Melo, “Estampas iluminadas de los Carnavales de Pasto”, cuando dice que el “4 de enero de 1939” una cabalgata de más de ciento cincuenta jinetes se aprestaba a ambientar los juegos del 5 y 6 de enero, para ello se habían concentrado frente al Batallón Boyacá. Por primera vez se había elegido popularmente a la Reina de los Carnavales y por tanto se hacía necesario que toda la ciudadanía participara en los grandes festejos. A las tres de la tarde y cuando los jinetes se hallaban listos para el gran desfile, una familia compuesta por el padre, la madre, dos chicas, niños, tres jóvenes que cabalgaban en cansados jamelgos y quienes iban seguidos por peones que arriaban los acémilas cargadas de petacas, y haciendo esfuerzos para que unos cerdos y ovejas no se desbandaran y llevando a cuestas jaulas con loros y micos, sin olvidar la “mica”. Era un colono antioqueño con su familia que después de permanecer muchos años en el oriente, había resuelto dejar la manigua para venirse a tierra “civilizada”. Esa era la oportunidad. Alfredo Torres Arellano y Martínez Madroñero ordenaron a los dos de la cabalgata que abrieran campo y ni cortos ni perezosos incluyeron a los viajeros entre los alegres jinetes que minutos después hicieron el ecuestre desfile. Gozosos los que del oriente venían por tan inesperado encuentro y sin saber por qué de tan animado “tope” ocuparon el centro rodeados de los jinetes en trance de “promocionar” los carnavales, el jefe de la familia saludaba atentísimo a las multitudes que presenciaban el paso de la cabalgata. El grito histórico resonó alegre por todos los ámbitos de la ciudad: ¡VIVA LA FAMILIA CASTAÑEDA!. Era garganta magnífica de Torres Arellano, que en una inspiración digna de su talento, entró a la posteridad ese nuevo y original signo de alegría. El colono y sus gentes desfilaron alegres y emocionados por todas las calles de la ciudad. Los inesperados viajeros recibieron las aclamaciones de miles, de millares de pastusos a lo largo de las vías, plazas y avenidas de la capital nariñense. Los dirigentes de la cabalgata compenetrados del cansancio que tendrían los integrantes de la “Familia Castañeda” pidieron a sus amigos que los acompañaran hasta el Hotel París donde se alojaría la “familia”, dicho hotel estaba situado en la Calle Real, donde hoy se levanta el edificio “Zuchín” ubicado en la carrera 25 entre calles 17 y 18. Hoy en día la Familia Castañeda es el abrebocas del Carnaval y se ha institucionalizado como el desfile de una de las familias prestantes de Pasto, para que lo encabece y simbolice esa familia, que históricamente ha significado el inicio del carnaval.


5 DE ENERO "DIA DE NEGROS"




Para hablar del juego de “negritos” tenemos que remontarnos hacia 1607, cuando en la Nueva Granada se llevó a cabo un levantamiento de los negros esclavos en la población antioqueña de Remedios, donde funcionaban numerosas minas de oro. Aquí tuvo que intervenir la corte española a través de una cédula real que llama a la cordura y los convidaba a volver a donde sus amos con la promesa de no ser castigados, logrando así que no propagara el mal ejemplo. Este mismo hecho se repite años después pero con la diferencia que en esta oportunidad era pacíficamente, que pedían un día de libertad en compensación del tiempo continuo y arduo trabajo. La petición fue elevada por los negros del Cauca a sus autoridades, quienes a su vez elevaron solicitud a su Majestad. Después de algún tiempo de espera dice Neftalí Benavides Rivera: Llégale cajón de España y entre los documentos reales y de trascendencia que desde la Península eran remitidos, estaba la respuesta a la petición de los negros la que señalaba el día 5 de enero, víspera de los Santos Reyes Magos como día libre, el documento expresaba: “EL PRINCIPE, DÍA VACO PARA LOS NEGROS ESCLAVOS”. Agora entendyendo dicha relayón e solicitud de muchos esclavos negros de dicha provincia vengo a deciros a voz que se acoge paternalmente dicha solicitud y se dará día vaco enteramente a los negros y será el 5 de enero, víspera de la fiestas de las Santas Majestades y venerando estima a la Santa Majestad del Rey Negro. Fechada en Madrid. “Yo el Príncipe”.
Esta noticia fue dada a conocer por bando en Popayán y así fue como el 5 de enero, se declara día libre para las gentes de color que empiezan con festejo en la ciudad de Pubenza. Posteriormente se regó por el sur, tomando gran fuerza en Pasto, según el cronista Cordobés Moure, en esta ciudad se juega desde 1854, este día ha tomado un gran impulso, se juega cultamente, con cosméticos de excelente calidad y se agolpa la ciudadanía pastusa en los sitios que la Organización del Carnaval asigna para ubicar tablados y orquestas en donde la diversión es el común denominador entre sus habitantes.


6 DE ENERO "DIA DE LOS BLANCOS"




Históricamente desde 1540 se ha tomado este día para celebrar las fiestas de comienzo de año festejando el día de “Reyes”, tradicionalmente en Pasto se celebre el día de Blancos que es el último día del carnaval y en el que se desarrollan los actos centrales como es desfile de carrozas. El libro Carnaval de Negros y Blancos de Germán Zarama de la Espriella, comenta sobre este día: “Quizá en algún otro lugar del tiempo y del espacio, es espíritu de don Ángel Zarama, antiguo Sastre de la vecindad, sonreía al recordar el episodio que dio origen a esta tradición: corría el año 1912 y don Ángel, en compañía de algunos colegas había amanecido ese Día de Reyes libando unas copas de aguardiente en un pequeño negocio ubicado en la Calle Real, hoy carrera 25. una de las atractivas jóvenes que atendían el establecimiento decidió en un momento dado pasar al espejo, a peinarse y echarse rubor en las mejillas con una motita de algodón. Don ángel, a quien unas copas de más habían cargado de euforia, tomó la polvera de manos de la señorita del cuento y aplicó suavemente sobre su rostro los perfumados talcos diciendo: ¡Que vivan los Negros y que vivan los Blancos!. No tardaron los compañeros de Zarama en ser víctimas primero y luego partícipes del juego. Todos juntos, luego, habrían de salir a la calle a repetir la chanza que desde entonces se ha perpetuado años tras año con los parroquianos que salían de misa de la iglesia de San Juan Bautista”. A partir de 1926 se sumó el desfile de carrozas que podemos afirmar, es el evento más trascendental del carnaval, pues los actos principales son nuestros artesanos quienes hacen de este día un derroche de imaginación, colorido y buen gusto para entregar a los nariñenses y a los turistas el fruto que producen sus manos laboriosas. En comienzo el carnaval era batalla de flores, lanzamiento de cascarones de huevo con agua florida y colonia. Luego se incorporó las serpentinas, el talco y el confeti que se derrochan al paso del majestuoso desfile de las carrozas, comparsas y murgas.

cultura Pastos

Los pastos ocuparon sustancialmente los territorios comprendidos entre el Guaytara, limitando con los Quillasingas y el río Chota en el Ecuador, lengua fue la Pasto, la que al decir de algunos tratadistas contaba con varios dialectos, entre ellos el coaiquer.

Como los Quillasingas su organización estaba basada en los cacicazgos, algunos bastante poderosos económicamente debido al grandioso comercio que realizaban. De estos cacicazgos o poblados podemos destacar los siguientes: Funes, lies, Males, Pueres, Pupiales, Pastas, Túquerres, Guachucal, Cumbal, Mallama, Cuaspud, Mayasquer en el territorio del actual departamento de Nariño, continuándose esta lista con otros que hoy pertenecen a la provincia del Carchi, como Tulcán, Cuasmal, Tuza, Capulí, Atal, Yaquanquer etc.

La agricultura fue una de las actividades más prósperas y conocidas por ellos, tanto así que los españoles que se avecindaron en Pasto, "traían indios Pastos" para que les trabajaran la tierra. Su producción agrícola, debido a sus ricas tierras les dejaban excedentes que ellos aprovechaban muy bien:

"... hacen sementeras de maíz y papas y lo venden y rescatan con ello y lo mesmo petates que los hacen y los venden por oro y chaquira y en algunos pueblos hacen petacas y las venden y crian puercos....".

Con las cantidades de oro que acumulaban así mismo podían comprar algodón y trabajar mantas que a su vez volvían a vender. Otra de sus actividades fue la cacería, para lo cual, utilizaban, macanas, boleadoras, estólicas con las cuales arrojaban dardos envenenados.

También practicaron la pezca, así se evidencia en las representaciones pintadas en algunos de sus platos cerámicos, para esta labor se servían al parecer de unas redes especiales de forma circular.

Si bien, por lo que se sabe Los Pastos eran de ánimo calmado, también se preparaban muy bien para sus batallas en ellas utilizaban armas certeras como las Masas Estrelladas, las boleadoras, las estólicas, y diversos proyectiles. En el museo Alfonso Zambrano se exhibe una de estas Masas Estrelladas, elaboradas en una piedra bastante pesada, tiene labradas las ocho puntas que corresponden al motivo típico en su área y que hemos llamado "el sol de los Pastos".

La "industria" textil estaba bastante adelantada, Los Pastos se vestían con lujosas mantas de algodón, a algunas se les adicionaban colgantes de oro, esta práctica estaba destinada especialmente a las mujeres, asi describe la manera de vestir entre los Pastos, el cronista Cieza de León:

"... andan las mujeres vestidas con una manta angosta a manera de costal, en que se cubren de los pechos hasta la rodilla, y otra manta pequeña encima que viene a caer sobre I» ¡arg»...,Los indios se cubren asi mismo con una manta larga que tendrá 304 varas, con la cual se dan una vuelta por la cintura y otra por la garganta, y echan el ramal que sobra por encima de la cabeza, y en las partes deshonestas traen rasures pequeños".

Como los Quillasingas, tenían los Pastos una estructurada cosmovisión, también sus ritos teogónicos y fúnebres como el de pintar las fosas donde depositaban los cadáveres de color rojo. Este hecho plantea el atributo y la simbologia que tenían los diferentes colores entre ellos. En el área Pasto se encuentran diversos tipos de fosas, las hay de tiro, fosas colectivas radiadas y de varios pisos o niveles y tolas o montículos funerarios.

cultura Quillacinga

QUILLACINGA...

Se trata de un grupo étnico que hoy habla solamente el castellano.


UBICACIÓN GEOGRÁFICA:
Colombia: Depto. de Nariño: parte sur de la zona andina del departamento. Los principales asenta-
mientos se hallan siguiendo el eje de la carretera Ipiales-Pasto, abarcando una faja ancha de 20 a 30 kilómetros a ambos lados de dicha carretera: (1) curso alto de los ríos Patia y Guaitara/Angasmayo (formadores del río Patia que desemboca en el Pacífico) como límite occidental, siendo su frontera al norte y al nordeste el páramo de Letrero y las cabeceras del río Cauca, y al este las cabeceras del Putumayo y Guamués. Esta zona corresponde a la de los antiguos quillacinga propiamente dichos; (2) al sudoeste de los quillacinga quedaban asentados los pasto, desde los formadores del río Mira hasta el río Chota, al sur (actualmente territorio ecuatoriano), y el río Patia, al norte y desde la cuesta del Pacífico hasta la cordillera oriental y el río Guaitara, límite con los quillacinga, al nordeste. Telban (1988) lista las siguientes comunidades quillacinga (los asteriscos indican las comunidades que ya fueron citadas por Ortiz, 1946b: 961). Como este autor no repara nítidamente en la diferencia étnica entre quillacinga y pasto, diferencia en la que Joanne Rappaport hace hincapié (comunicación particular, 8-1-1997), he listado las comunidades que en la nómina de Telban figuran como quillacinga, y que en realidad parecen ser pasto, bajo esta entrada separada. Para distinguir éstas de aquellas, que con bastante seguridad son pasto, van marcadas en mi lista con doble asterisco: (a) **Aldana [1.816 personas (Arango & Sánchez 1998)], (b) **El Tablón [244 familias], (c) **Carlosama [3.088 personas (Arango & Sánchez, 1998). Según Uribe (1986), esta población era proto-pasto], (ch) **Córdoba/ Males [5.344 personas (Arango & Sánchez 1998)], (d) **Cumbal [9.322 personas (Arango & Sánchez 1998). De tratarse del mismo Cumba citado por el gran historiador colonial Cieza de León (1986), sería un asentamiento pasto], (e) **Guacheres [281 familias], (f) **Ipiales [1.500 personas (Arango & Sánchez 1998)], (g) **Mayasquer [679 personas (Arango & Sánchez 1998)], (h) **Mallama [75 familias. En Cieza de León (1986), esta comunidad aparece como asentamiento pasto]; además, sin citar el número de familias asentadas, añade las siguientes comunidades, algunas de las cuales, por aquellas fechas ya mencionadas como quillacinga, siguen siéndolo. Otras, sin embargo, que según Telban serían también quillacinga, podrían ser tanto quillacinga como pasto. Estas últimas van señaladas en mi lista con doble asterisco: (a) **Guaitarilla, (b) *Santa Bárbara [en Ortíz 1946b, se citan dos comunidades: Santa Bárbara y Santa Bárbara de Anganoy], (c) *Consacá, (ch) **Destecual, (d) **Funes [asentamiento pasto para Cieza de León (1986)], (e) ?*Gualmatán [de tratarse del asentamiento de Guaimatal citado por Cieza de León (1986), se trataría de un pueblo pasto], (f) *Jongorito [)corresponde al Jongovito de Ortíz 1946b?], (g) *La Laguna, (h) *Macondino [Ortiz escribe Mocondino, debe tratarse de la misma comunidad. Mocondino aparece también en Cieza de León (1986) como pueblo quillacinga], (i) **Mueses, (j) *Abonuco [escrito Obonuco en Ortiz], (k) *Puerres y (l) **Rosa del Monte;

NOMBRE(S):
Quillacinga

AUTODENOMINACIÓN:
Usan hoy solamente el nombre del pueblo donde viven.

NÚMERO DE HABLANTES:
55.379 pasto-quillacinga para 1997 (Arango & Sánchez 1998. N.B. Estos autores no distinguen entre quillacinga y pasto). Para 1988, se estimaba el número de personas que integraban este grupo étnico, en 34.426 personas pertenecían (DNP 1989);



El gentilicio quillacinga (del quichua killa "luna" y singa "nariz", a menos de que se trate de una etimología popular, interpretada mediante el quechua) les fue dado como apodo por los adornos nasales en forma de medialuna que solían lucir.

Según algunas fuentes, la lengua antiguamente hablada por los quillacinga podría guardar relación con el andoke (lengua aislada), aunque también parece posible, pero tampoco comprobado, que la lengua original de los quillacinga (antes de que este grupo étnico adoptara el quichua), haya sido relacionada con el kamsá, lengua aislada hablada asimismo en el mismo valle. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que varios autores confunden andoke y andakí, por el parecer fortuito entre ambos gentilicios. Los quillacinga actuales, hoy hispanohablantes, resultarían así ser el producto de la fusión de varios grupos étnicos, los cuales, al perder sus lenguas originales en el curso del siglo XVIII, fueron adoptando primero el quichua y luego el castellano, lengua que hasta hoy pervive como su lengua materna. Quizá los quillacinga influyeron en cierto grado en la plasmación de la población actual inga del valle de Sibundoy, que sigue hablando el quichua (v. ingano bajo la familia quechua). Por lo general, gran parte de estas propuestas de vinculaciones lingüísticas carecen de fundamento científico, basándose mayormente, por falta de datos lingüísticos, en implicaciones erróneas basadas en segmentaciones arbitrarias de topónimos y gentilicios, y en el cotejo de las "raíces" obtenidas de este modo con otras lenguas. Puede ser que los quillacinga, así como los yanacona y los pasto, son producto de una situación colonial en la que los españoles repartieron poblaciones diversas en encomiendas y misiones, que con frecuencia se volvieron crisoles para nuevas naciones.

Rappaport (1997, comunicación particular) pone en duda que entre los quillacinga haya gente que se consideren indígenas o siquiera empleen el gentilicio, y que la autoidentidad indígena es muy tenue, hecho reportado también en López Garcés (1996). Sin embargo, el origen indígena es indudable a pesar del caracter débil de su conciencia de pertenecer a un grupo étnico bien determinado, y de la desmenbración de los Resguardos del departamento de Nariño, ocurrida entre los años 1943 y 1958.